Han pospuesto el entierro.
Era tan poca la esperanza de mejoría, tan mínima la expectativa de vida, que quise rendirme,
y abandonar la lucha. Por eso, la situación me tuvo sin cuidado por un tiempo. No fue cuestión
de orgullo, fue cuestión de dignidad.
Ella me descuidó a mí por mucho más tiempo aún.
Pero hay que hacer un esfuerzo para refinarse más allá de eso, y ver que no fue su culpa. A la
educación, quizás en defensa propia, le toca hacer de espejo, y ponernos cara a cara con su
asesino. Ser reflejo de quién instaura sus corrientes y conductas.
Su féretro son nuestras pupilas.
Por supuesto que ella no es la culpable.
Hacia los verdaderos culpables nos dirigimos, con el indebido respeto, para cosas simples y
sencillas como dar los buenos días. Los buenos días... Puede ser una vaga posibilidad, pero
creo que más bien es evidencia de haber oprimido el botón equivocado, una alteración de la
consciencia, o amnesia.
Buenos días serán aquellos en los que el silencio deje de rechinar. Aquellos en los que, los que
no puedan alumbrar sus hogares con un bombillo, esperen al Sol para iluminar las páginas de
un libro. Aquellos en los que un sistema abstracto deje de modificar los pensamientos. Aquellos
días en los que el corazón de nuestra educación, ese músculo sobrecargado de nuestras carencias,
deje de latir sin fuerza.
Esos débiles latidos, son lo único que tenemos para saber que verdaderamente, aún vive. La única
prueba de que este estancamiento obligatorio, es sólo un punto medio entre lo que fuimos y
seremos, que en lugar de llamarse presente, debería llamarse ausencia. Una ausencia de tantas
cosas... Pero sobre todo, de educación.
http://www.acento.com.do/index.php/blog/1742/78/Encontraron-vivo-el-cadaver.html
jueves, 22 de septiembre de 2011
Encontraron vivo el cadáver
Publicado por Gina Franco en 11:10 a. m.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario