"Fué este rincón el que me impulsó a empezar
la búsqueda de lo que sigue... mi destino,
aunque la verdad no creo que esté ni cerca todavía.
Pero la vida me ha hecho entender,
que no tengo nada que perder...
y ahora que comenzé, llegaré hasta el final..." Gin@lejandra°


domingo, 28 de agosto de 2011

Un examen individual - Columna para periódico Acento

¿Qué descubrió el personaje principal sobre sí mismo, la noche anterior al desenlace de su historia?
Necesito saberlo para responder a la pregunta de mi examen.

Estoy pisando varias raíces de una misma hipótesis... La respuesta es alguna de las siguientes:

a) Se percata de que es otro, distinto al que aparenta.

b) Se percata de su vocación de silencio.

c) Se percata de que su silencio habla suficiente por sí mismo.

d) Se percata de que en su vida todo fue improvisación.

e) Se percata de que nunca supo nada.

Hasta el momento, sólo uno del grupo ha logrado responder el examen, que consiste en una única
pregunta, pero no comparte la respuesta con los demás. Sólo nos dice que escojamos la más completa.
Todos escogen la más larga.

Yo escojo la más corta: e) Se percata de que nunca supo nada.

Respuesta correcta.

La respuesta más completa será siempre la más simple.

La noche anterior a cualquier desenlace, en donde el personaje principal ya no necesita de razones para
continuar un camino que pronto termina, de lo único que puede percatarse es de que nunca supo nada.
Todo conocimiento que alguna vez obtuvo, se divide. Una parte quedará plasmado en su legado al mundo,
con el propósito de heredarse. La otra parte, el residuo, se irá con él. Así de vano y vacío, es el proceso.

Miro a mi alrededor, y me doy cuenta de que todos los exámenes son diferentes. Sólo nosotros podemos
llenar el nuestro... Es un examen individual.

Todo va cobrando otro sentido. ¿Acaso no es la vida, la mayor de todas las pruebas? ¿Somos o no nosotros,
el personaje principal de nuestra historia?

Dos realidades paralelas.

Y tú, ¿qué descubrirías de ti mismo esta noche, si fuese la anterior a tu desenlace?

El que sepa la respuesta, que no la comparta.

El que escoja la más larga, que detalle porqué.

Y más importante aún: ¿Cuál sería la pregunta de tu examen?



http://www.acento.com.do/index.php/blog/1462/78/Un-examen-individual.html

domingo, 14 de agosto de 2011

Pequeño paréntesis - Columna para periódico Acento

(Creo intensamente en el poder de la palabra.

Si no lo hiciera, no pudiera escribir.

La palabra posee una envergadura que es ignorada y menospreciada por muchos; peor aún, es
completamente desconocida por un inconmensurable conjunto de personas. La palabra nos
permite crear pensamientos, dibujar opiniones, dar luz a una conciencia propia. La palabra es
el cambio. Es acción. Es el camino, es la manera.

Pero no me hagan caso a mi. Mejor tómense unos minutos, y miren a su alrededor. Si la palabra
no posee fuerza, que por favor alguien me responda entonces ¿Porqué le temen tanto los entes
que intentan acaparar, controlar, e implantar ideologías? ¿Porqué las censuras, las restricciones?
¿Porqué la recolecta y quema de libros? ¿Porqué el exilio de escritores, reporteros, pensadores,
o incluso su muerte?

Porque la palabra es peligro. Está grabado en la historia una y otra vez, la palabra influye. Pero
el hecho de que esta desencadene o no cambios no es decisión de los escritores, sino de los
lectores, y su deseo de hacerlo.

¿Quieren saber lo más triste de esta realidad, la nuestra?

Hoy día las censuras no son necesariamente impuestas por un sistema o medio, las peores
restricciones son implantadas por nosotros mismos. La palabra ha sido devaluada, quizás de
manera paralela a la pérdida de valores que acontece en el ser humano. Somos responsables de
la incredulidad que danza descaradamente alrededor de la palabra, ya que ésta ha sido irrespetada,
incumplida, hasta el punto que ya nadie las cree ciertas. Ha pasado a ser una excusa, un pretexto,
un disfraz de las verdaderas acciones, sumergiéndonos en la miseria cultural que intenta esconder
nuestra pomposa sociedad con promesas de desarrollo y progreso.

Me inquieta la gran proliferación de la palabra escrita que gracias a nuevas tecnologías es posible,
cuando me percato de la creciente desconfianza y escepticismo de los lectores frente a esas
publicaciones debido a una sobreproducción que no se preocupa por estándares de calidad, sino
que se ha convertido en un vulgar negocio de ventas sin responsabilidad ni principios.

Sin nuestra cooperación, las palabras solo ocupan espacio.

No se olvide que la palabra escrita, siendo bien utilizada, es nuestra mejor arma. Puede viajar más
lejos y escucharse más alta que nuestras propias voces.)



http://www.acento.com.do/index.php/blog/1402/78/Pequeno-parentesis.html

lunes, 8 de agosto de 2011

El deshielo - Columna para periódico Acento

Tocan la puerta. Espero en silencio.

Sé quién es.

Sabe que estoy aquí... Que le ofrezco lo poco que tengo, y no son pretensiones, ni diplomacias.

Es un duelo de emociones. Un deshielo.

Aún así, la sociedad se permite traspasar mi puerta. Adentrar mi hogar.

Viene vestida de diversos colores, variados perfiles, distintos semblantes. Pero yo ya conozco
suficiente los anchos desastres de corazones estrechos, y no les doy la bienvenida.

Prefiero permanecer aquí tranquila, con el rostro apoyado en la mano, y el codo apoyado en el
marco de una ventana... Recordar algo lejano, suspirar, abrir un libro.

Llegar del fin, e ir hacia el principio, para tener una mejor perspectiva...

Y si pudiera, evitar entrar por vez primera a este almacén de idiosincrasias del que constantemente
intento salir. Ay, entre sueños te veas en un lugar como éste. Es el punto ciego de la naturaleza
humana: un error de apreciación, que acribilla el sentido de lo trascendente.

Cada día la sociedad me mira a los ojos, como me los mira ahora... Retándome a escapar de ella.
Y yo lo intento, para buscar otro lugar donde meter la vida.

Llegaría a aquél lugar cargando heridas, pero esas heridas me harían mucha compañía. Serían mi
brújula de orientación, para saber hacia dónde caminar entre la niebla.

Pienso que es algo muy hermoso, eso de tener voluntad de sentir, de buscar lo verdadero, de
conocerse. El ardor de una lágrima en la mejilla. El retorcijón de las nostalgias anejadas por los
años. La balada del silencio. El solitario tránsito por un pasillo del alma. El salpicar de las sonrisas.
Así como las emociones sin razón de ser, esas que se tejen sin hilo.

Diferenciar en un espejo, nuestro reflejo de entre los demás, es cosa fácil... Pero intenta reconocer
tu sombra de entre las otras sombras.

Cimbremos las reglas de la sociedad un poco, hasta que todo deje de ser ineludiblemente un ascenso
o un descenso. Dejemos de ser criaturas cautivas.

Después de todo, es el océano mismo el que detiene la continuidad de la isla.



http://www.acento.com.do/index.php/blog/1344/78/El-deshielo.html